Alimentarse y nutrirse
Estos dos términos, que muchas veces se asimilan como sinónimos, no son iguales. Y, aunque es cierto que ambas cosas entran por la boca, conviene clarificarlo: Todo lo que se come y se bebe afecta de alguna manera al funcionamiento del organismo. Alimentar, dice el diccionario, es cargar la máquina con combustible. Y, desde ese punto de vista, esta maravillosa maquina que es nuestro organismo necesita combustible (que debería ser siempre el adecuado); y ese combustible esta general-mente constituido por los alimentos que ingerimos. En cuanto a la comida, se designa como tal a sustancias o mezcla de sustancias que se ingieren por hábito, costumbre o como coadyuvantes, tengan o no valor nutritivo. Hablamos de una correcta alimentación, o bien de una nutrición adecuada, cuando este proceso (el de alimentarse) sigue algunas reglas, que tienen que ver en general con la cantidad, la calidad, la distribución y la velocidad con que se come.
"Nutrir o mejor, la nutrición, es el aprovechamiento que el organismo mismo hace de los nutrientes que tiene ciertos alimentos, para cumplir las distintas funciones. Los nutrientes son elementos mucha veces esenciales para un buen funcionamiento del organismo y, por lo tanto debemos tratar de incorporarlos diariamente."
Elementos básicos de una dieta adecuada.
Para que nuestra dieta sea saludable y adecuada tenemos que asegurarnos de que contiene los siguientes alimentos:
A. HIDRATOS DE CARBONO: Proporcionan el 50% - 60% de la energía que necesitamos y son, además, esenciales para el funcionamiento del cerebro. Existen varios tipos de Glúcidos:
- SIMPLES O RÁPIDAS: Sabor dulce. Se absorben rápidamente, pero su exceso aporta demasiadas calorías (helados, dulces, tartas....).
- Complejas o lentas: Su digestión es gradual por lo que se absorben lentamente (pan, patatas fritas, pasta...).
B) PROTEÍNAS: Son los elementos necesarios para la reparación y el crecimiento de las células. Resultan indispensables para la digestión, ayudan a la producción de anticuerpos y combaten las infecciones. Su valor energético en la dieta se sitúa entre el 10% - 20 %. Son de dos tipos:
a) Animales: Pescado, carnes, huevos y lácteos
b) Vegetales: Legumbres, pasta, pan, arroz, frutos secos.
C- GRASAS: Constituyen una fuente concentrada de energía que ayuda a la reparación de los tejidos dañados o deteriorados, y contienen las vitaminas saludables A, D, E y K. Las grasas pueden ser de dos tipos: Saturadas, como las que se encuentran en carne, los huevos y la leche, e insaturada, propias de los frutos secos y los aceites vegetales. Su valor energético en la dieta se sitúa no mas del 30%.
Las grasas son necesarias, aunque si se consumen en exceso se acumulan y contribuyen a la aparición de obesidad y arteriosclerosis.
Encontramos grasas de muchos alimentos, pero no todas son iguales de útiles. Excepto las grasas de pescado, las de origen animal son menos saludables por que favorecen el desarrollo de arteriosclerosis.
D- VITAMINAS, MINERALES Y AGUA:
Las vitaminas: Son imprescindibles porque la mayoría no podemos fabricarlas y por esto se deben ingerir con los alimentos.
Vitamina A
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Complejo B
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Vitamina C
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Vitamina D
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Vitamina E
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Vitamina K
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Zanahorias,
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Carnes,
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Fresa,
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Leche,
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Germen de
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Tomate y
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tomates,
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huevos,
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naranja,
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yogur y
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trigo,
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verduras de
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mantequilla
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quesos y
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limón, kiwi,
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quesos
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frutos
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hojas verdes.
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y leche
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cereales
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pimiento y
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secos y
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entera
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integrales
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tomate
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aceites
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EL AGUA
El agua es el principal e imprescindible componente
del cuerpo humano. El cuerpo humano tiene un 75 % de agua al nacer y cerca del
60 % en la edad adulta. El cerebro es 75% agua, la sangre es un 92% agua, los
huesos un 22% agua y los músculos un 75% agua. Beber la cantidad adecuada de
agua es vital para su salud. Usted se sorprenderá de los beneficios del agua.
Para ello se
recomienda beber de la siguiente manera:
Por la mañana: 1 litro consumido a lo largo de
un periodo de 30 minutos.
En la
tarde: Beber 1 litro a lo largo de un periodo de 30 minutos.
Hay
que tomar en cuenta que los alimentos sólidos también aportan una cantidad
considerable de agua a nuestro organismo, por lo que finalmente una cantidad
adecuada es de 6 a 8 vasos diarios.
Leyes de la buena alimentación
Ley de calidad: Es fundamental la variedad, en cuanto a la calidad de los distintos nutrientes. Se necesita que el alimento aporte al organismo los principios nutritivos que requiere. Si no se cumple con esta ley se dice que estamos teniendo una alimentación carente, pero si se cumple tenemos una alimentación completa.
Los hidratos de carbono de mejor calidad son los complejos, las proteínas de alto valor biológico son las que aportan aminoácidos esenciales (algas, polen y huevos) y las grasas de mejor calidad son las aportadas por las semillas oleaginosas y los frutos secos.
Ley de cantidad: Lo fundamental es comer lo suficiente, en cuanto a calorías y nutrientes, dependiendo de las características de cada persona. De acuerdo a la edad, sexo, talla, peso y la actividad que desarrolla, se requiere de un aporte calórico específico. Por ejemplo, una embarazada requiere de un mayor aporte calórico que un anciano, y este requiere menor consumo que un deportista. Si la alimentación no es suficiente, cae en insuficiente o excesiva.
Ley de armonía: Es fundamental el equilibrio, los componentes de la alimentación deben tener proporcionalidad. La proporción debería ser la siguiente:
- entre 50 y 60% de carbohidratos;
- entre 10 y 20% de proteínas;
- no más del 30% de grasas.
La alimentación que no cuenta con esta condición, es disarmónica.
Ley de adecuación: Esta ley es la única que debe cumplirse siempre. La más importante de todas, que hace referencia a que la alimentación debe adecuarse a los gustos, hábitos, condiciones culturales y económicas. Ley que debe aplicarse a todas las personas, en todo momento biológico, en enfermedad o salud. Fuera de esta ley, la alimentación es inadecuada o incorrecta.
Tres errores de la alimentación
Día tras día, son más las personas que se preocupan por aspectos que ocasionan algunos errores alimenticios: el aumento de peso, el colesterol, la hipertensión o la diabetes; y llegan a reconocer que comer de un modo adecuado y saludable se vuelve una necesidad vital. Sin embargo, llevar una alimentación equilibrada y que, además, permita mantener la figura no es facil. Los errores en la alimentación son de diversas características y suelen ser de tres tipos:
1. Por inconveniencia: Es preciso advertir que hay ciertos tipos de alimentos que son inconvenientes para la salud [aunque parezcan ricos o atractivos), y el ingerirlos produce prontos o tardíos perjuicios. Como ejemplo:
- Las grasas saturadas.
- Las frituras, en las patologías biliares o hepáticas.
- El gluten, en las alergias especificas. El sodio en las enfermedades cardiovasculares
- Las purinas en las enfermedades reumáticas.
2. Por exceso: Esto resulta casi obvio explicarlo, pero son muchos los que pasan de la raya como por ejemplo , en relación con el exceso de valor calórico (los que comen de más), o los hiperurémicos, que comen mucha carne.
3. Por carencia: También esto es frecuente, y se puede ver en la falta de correctos aportes vitamínicos, o en la falta de yodo, o de algunos minerales (como el hierro)
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